El mundo de la tecnología está cambiando a pasos agigantados. Además, nunca ha sido tan rápida la obsolescencia tecnológica; lo que hoy es novedad, mañana está obsoleto.
El mundo funciona de manera diferente hoy en día, pasando de un trabajo individual a uno colaborativo donde se comparte información desde cualquier lugar y en cualquier momento. Nos hacemos más “móviles”. Según diversos estudios de empresas consultoras e investigadoras de tecnologías de la Información, ahí van varias consideraciones:
– El uso de Apps móviles en España aumentó un 58% en 2015.
– España es el primer país de Europa en el uso de smartphones con más del 85% de su parque móvil.
– Más del 50% de usuarios con email corporativo confiarán en Tablet o móvil para su acceso al correo en 2016.
– Más de 3,5 millones de Pymes utilizarán colaboración instantánea en 2018 y más de 2,5 comunicación unificada.
– El 71% de las Pymes creen que, en el futuro cercano, las Apps sustituirán parte de sus soluciones tradicionales.
Mi conclusión: los avances tecnológicos existentes en el sector de la movilidad están liderando la celeridad en la innovación tecnológica de cualquier tipo (hardware, software y servicios aplicados) y produciendo un cambio en nuestro entorno profesional. Esta nueva manera de relacionarnos está generando un nuevo paradigma donde la movilidad y el concepto cloud cobran especial protagonismo.
Necesitamos acceder a nuestra información (o la de nuestra empresa) desde cualquier dispositivo, desde cualquier lugar y en cualquier momento. Para ello, nuestras soluciones ERP, CRM, Business Intelligence, ofimática, comunicación unificada, de seguridad, correo electrónico,… deben cubrir con esta necesidad.
Si unimos esta necesidad, junto a la innovación actual del sector tecnológico, las soluciones que menos coste de adecuación, soporte, implementación, mantenimiento,… tienen son las que están en un entorno de nube.
Si queremos ser ágiles a la hora de responder a los cambios de nuestro entorno, el entorno cloud es la plataforma más adecuada. Ya lo decía Darwin, no sobreviven las empresas más fuertes, ni las más inteligentes, sino las que mejor se adaptan al cambio.