En nuestra experiencia con empresas que se dedican a la comercialización de productos fitosanitarios, plaguicidas, herbicidas,…, y que además disponen de otra línea de negocio: prestación de servicios para la agricultura, nos hemos encontrado en infinidad de ocasiones con empresas que tienen un programa de gestión estándar.
Cuando entramos en profundad en las necesidades de la empresa, nos percatamos de que la carta de portes es gestionada con documentos Word, no disponen de un sistema informatizado para la gestión de los productos tóxicos y muy tóxicos, así como el control del carnet de manipulador de productos fitosanitarios.
Infinidad de funcionalidades específicas del sector se gestionan de forma independiente: libro ROT, gestión ADR, sincronización con el MAGRAMA para los productos comerciales y las materias activas, gestión de lotes y trazabilidad de los productos,…
Si además, la empresa se dedica a prestar servicios agrarios a otras empresas y agricultores, la “desorganización” es todavía mayor. En gran parte de estas empresas esta área de negocio no contempla un control de visitas de los técnicos, recomendaciones de los tratamientos a aplicar en función de la situación de los cultivos y las plagas, el control de las tareas realizadas (control de la maquinaria aplicada y las EPI’s correspondientes, las partes que han intervenido y el tiempo que han dedicado, los productos consumidos,…).
En definitiva, no disponen de un ERP específico para su actividad.
Mi reflexión siempre es la misma: ¿cuánto mejoraría tu cuenta de explotación si tuvieras controlados todos los procesos específicos de tu negocio, que además son el “Core” de tu empresa. Si los ingresos, la reducción de costes, el aprovechamiento de los productos, personas y maquinaria, la mejora de la productividad de tus usuarios… es mayor que la inversión en el cambio del ERP, ¡ya estás perdiendo dinero!
Si te has visto reflejado… ¡Cambia de ERP! .