Una conversación de ayer con una cliente me ha hecho reflexionar sobre cómo nos ayuda la tecnología a cambiar nuestra forma de trabajar, aunque no nos hayamos dado cuenta. Os hago partícipes de la situación.
Con la crisis del Coronavirus que estamos sufriendo a nivel global, previendo el confinamiento por el Estado de Alarma que al final se produjo, esta cliente me llamó hace quince días para que le propusiéramos una solución de teletrabajo para sus empleados. Por seguridad, comodidad, acceso a la información y flexibilidad les propusimos la instalación de un perimetral para permitir el acceso a algunos trabajadores de administración de la empresa por VPN, así como un plan de Office 365 para poder colaborar y comunicarse entre ellos.
Ayer, como he comentado antes, se puso en contacto conmigo para ampliar estos servicios para todos los trabajadores de administración. El motivo es que ella, con sus nuevas soluciones, era mucho más productiva. Antes trabajaba desde casa con:
- Outlook Web Access (OWA) para el acceso al correo electrónico, pues tenía Microsoft Exchange en local.
- Accedía por escritorio remoto a su portátil de la oficina desde su pc de casa para el acceso al ERP. Quien trabaja de este modo ya conoce de sobra los inconvenientes que ellos tiene, aunque no se dará cuenta hasta que disponga de una solución más avanzada.
- Compartía documentos de ofimática con el resto del departamento a través del email. Imaginaos el “control” de las versiones.
- Se comunicaba con sus compañeros a través a móvil. Que no está mal, pero y cuándo son reuniones a tres.
La conversación psicológicamente me vino muy bien. En estos momentos tan delicados no es fácil que te puedas reír, y lo hicimos en muchas ocasiones. Por otro lado, me percaté que no hace muchos años yo también trabajaba así. Con la evolución tecnológica silenciosa que hemos tenido, no me había percatado del avance en productividad que la tecnología nos ha proporcionado.