En ese afán que tenemos los humanos de encontrar patrones o conductas que nos identifiquen a todos y diferenciar con ello diversos comportamientos a lo largo de nuestra historia nos ha dado por clasificar las etapas de nuestra evolución. Entre estas clasificaciones está la económica, de todos es conocido que el hito fundamental que marca un antes y un después en nuestra historia económica es lo que conocemos como Revolución Industrial, tanto es así que los periodos anteriores a esta se conocen como pre-revolución y los posteriores como Primera Revolución, Segunda Revolución y, desde mediados del siglo XX, estaríamos en lo que se conoce como Tercera Revolución Industrial o Científico-Técnica.
A lo largo de esas diversas etapas se ha evidenciado que el trabajo intelectual ha ido alcanzando mayor notoriedad e importancia frente al trabajo físico hasta llegar a hoy en día donde encontramos que las transacciones en torno a la información son predominantes en el mercado. Es por este motivo que se hable de que estamos inmersos en plena Era de la Información.
¿Pero, qué es la información? La podemos definir como los datos que se han moldeado de una forma significativa y útil para los seres humanos, es decir, son datos que han sido organizados y ordenados de forma que las personas podamos entender y utilizar. Para transformar esos datos en información son necesarias una serie de actividades, de manera simplificada:
• Entrada: captura del dato.
• Procesamiento: convierte ese dato en una forma más significativa y útil.
• Salida: transferir la información procesada a las personas que la usarán o a las actividades donde se necesita.
Todo este proceso es el que da sentido al término «sistema de información» que podemos definir como el conjunto de componentes interrelacionados que recogen, procesan, almacenan y distribuyen información para apoyar la toma de decisiones y el control en cualquier organización, sea del tipo que sea.
¿Son importantes los sistemas de información en los negocios actuales?
Hoy en día, más que la producción, las organizaciones requieren de la información para sobrevivir y prosperar. Se está produciendo un cambio profundo en la manera de conducir los negocios. En un mundo como el actual en el que hablamos de economía global, en el que se está produciendo la transformación de las economías industriales y donde la mayor parte de las relaciones significativas de negocios de una organización con sus clientes, proveedores y empleados se realizan y controlan digitalmente, la relevancia de los sistemas de información se convierte en pieza clave dentro de cualquier organización.
Los sistemas de información son sistemas socio-técnicos: por una parte están compuestos por máquinas, dispositivos y tecnología física, pero, por otro lado, indiscutiblemente requieren importantes inversiones sociales e intelectuales para funcionar de manera adecuada.
Implementar un sistema de información de manera adecuada dentro de una organización es un paso clave hacia una serie de ventajas competitivas importantes y clave; con ello se puede llegar a conseguir mejorar los procesos de negocios, coordinar estos negocios con otras organizaciones, transformar las viejas estructuras empresariales…
En otras partes de este blog trataremos de dar una serie de ideas que es conveniente tener en cuenta cuando nos tengamos que enfrentar a una implementación de un nuevo sistema de información en nuestra organización.