Venimos de una era, que se va afianzando cada vez más, en la que necesitamos estar permanentemente informados y protegidos ante cualquier anomalía que pudiese producirse en productos alimentarios y poder seguir la cadena de suministro y tratamiento de la mercancía para asegurarnos una calidad y buenas prácticas agrícolas que no dañen nuestra salud ni el medio ambiente. Para ello, una óptima gestión de la trazabilidad en nuestro negocio es imprescindible para realizar este seguimiento y poder asegurar esta información que debe aglutinar el productor en caso de que la necesitase el cliente. o en su caso, el consumidor final.
Para ello hay una serie de mecanismos y acciones que realizar para poder tener una información valida y fiable. Se trata de identificar y ubicar cada lote con etiquetas y lecturas para realizar después un seguimiento del proceso que ha seguido la mercancía y poder identificar en destino un lote ante cualquier problema que se pudiese producir. Pero todo ello lleva un metódico trabajo que depende del buen hacer de muchas personas y la confianza que todos los procesos se van a llevar a cabo, ya que, si falla un eslabón en la cadena, la información que facilita el sistema no existe o es errónea.
Pero podemos implantar sistemas automatizados de lecturas que ya han sido probados con éxito en otros sectores y pueden ayudarnos a mejorar esos procesos: RFID.
Este sistema se base en la comunicación de ondas de radio entre la etiqueta y un terminal, teniendo la posibilidad de que dicha lectura pueda ser multietiqueta, facilitándonos y ahorrándonos el tiempo que pudiésemos dedicar a las lecturas manuales con el simple hecho de asegurarnos de pasar dichas etiquetas por los terminales de lectura para que pueda captar la información de la etiqueta y procesarla en el sistema informático. Podremos realizar un seguimiento del buen funcionamiento del sistema con indicadores de luces y sonido, al mismo tiempo que las pantallas nos irán dando información de las etiquetas que se han ido procesando y en qué determinado periodo de tiempo han ido pasando por cada ubicación.
El ahorro de tiempo por parte de nuestros operarios en la producción, la fiabilidad del sistema y la mejora en la imagen de nuestra empresa se verá mejorada gracias a la tecnología RFID si decidimos apostar por ella. Aunque no todo son ventajas en este sentido, ya que la inversión en dispositivos y etiquetas de RFID no se deben pasar por alto y después de la puesta en marcha no podemos abandonar el seguimiento para un buen funcionamiento del sistema. No obstante, es cuestión de plantearnos si decidimos apostar por esta tecnología, la automatización de nuestro sistema productivo de trazabilidad que vamos a obtener y la mejora en cuanto a costes de producción, para cerciorarnos de que una apuesta hacia una tecnología más automatizada nos repercutirá en una mejora de negocio.